Cuando una persona fallece, uno de los momentos más delicados para la familia es el reparto de la herencia. No solo por el valor económico de los bienes, sino por el componente emocional que suele acompañar a propiedades familiares, recuerdos y vínculos afectivos. En este proceso, la valoración de los bienes hereditarios es fundamental, ya que de ella depende cómo se reparten entre los herederos, qué compensaciones se establecen y si todos reciben lo que les corresponde.
Una valoración mal hecha, imprecisa o interesada puede generar tensiones, desigualdades y, en muchos casos, enfrentamientos entre familiares. Por eso, es importante saber cómo se valora correctamente una herencia, qué normas se aplican y cómo evitar que el reparto se convierta en un conflicto.
En este artículo te vamos a explicar cómo se valoran los bienes de una herencia según el Derecho común español y cuáles son las diferencias importantes que existen si la herencia se rige por el Derecho Civil de Galicia, que regula de forma propia esta materia.
Valoración de bienes hereditarios en el Derecho Común Español
En el Derecho civil común, la valoración de los bienes tiene un impacto directo en la legítima, la cuota de cada heredero, el pago del impuesto de sucesiones y la posibilidad de acordar o impugnar la partición.
¿Qué bienes se valoran?
La herencia puede incluir bienes muy diversos, y cada uno exige una forma específica de valoración:
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Bienes inmuebles
Se incluyen viviendas, locales, fincas rústicas o urbanas, garajes, trasteros….. El criterio de valoración que suele emplear es el valor de mercado, que puede coincidir o no con el valor catastral o el valor de referencia fijado por el Catastro (Ley 11/2021). Además, desde 2023, Hacienda presume como mínimo el valor de referencia catastral (consultable online), y si se declara por debajo, puede requerir justificación.
La tasación la suele realizar un profesional por arquitecto o empresa homologada. En caso de desacuerdo, es recomendable acudir a un perito independiente.
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Cuentas bancarias, depósitos y productos financieros
Se valoran según el saldo existente a la fecha del fallecimiento, y se acredita mediante certificado de posiciones emitido por la entidad bancaria.
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Bienes muebles y objetos personales
Incluyen vehículos, joyas, muebles, electrodomésticos, obras de arte, etc. Pueden valorarse de forma estimada, aunque si hay controversia o sospecha de valor elevado, conviene tasarlos por un profesional.
Los vehículos, por ejemplo, pueden valorarse conforme a los precios oficiales publicados anualmente por Hacienda.
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Empresas, participaciones en sociedades, acciones o fondos.
Se requiere un informe técnico o financiero independiente, especialmente si no cotizan en bolsa. El valor debe reflejar el estado contable real a fecha de fallecimiento: activos, deudas, rendimiento…
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Derechos y créditos del causante
Se incluyen créditos a cobrar, derechos de usufructo, rentas pendientes y pensiones no percibidas. Se valoran según el importe pendiente de percibir, o el valor actuarial en caso de usufructos (usando las tablas del Ministerio de Hacienda).
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Deudas del causante
También deben valorarse e incluirse en el pasivo hereditario: hipotecas, préstamos personales, avales, deudas fiscales…
¿Por qué es tan importante valorar bien?
- Para que la legítima (la parte de herencia reservada a los herederos forzosos) se calcule correctamente.
- Para equilibrar los lotes hereditarios entre varios herederos.
- Para evitar impugnaciones posteriores de la partición.
- Para cumplir con la obligación fiscal de declarar el valor real de los bienes en el Impuesto de Sucesiones.
Una valoración injusta o interesada puede dar lugar a acciones judiciales de impugnación de la partición, colación de bienes donados en vida o reintegro de legítimas.
¿Quién puede o debe realizar la valoración?
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Herederos de común acuerdo
Si hay buena relación y claridad sobre los bienes, los propios herederos pueden acordar la valoración.
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Perito tasador independiente
Es aconsejable cuando hay bienes de alto valor, dificultad técnica o riesgo de desacuerdo. En herencias con bienes inmuebles o empresas, la intervención de un experto es casi imprescindible.
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Contador-partidor dativo (art. 1057 CC)
En caso de desacuerdo entre herederos, y si al menos uno lo solicita, el notario o el juez puede designar a un profesional neutral para que valore, inventaría y reparta. El resultado de la valoración y la partición se documenta en un cuaderno particional.
Valoración de bienes en el Derecho gallego: aspectos diferenciadores
En Galicia se aplica el Derecho Civil gallego conforme a la Ley 2/2006, de 14 de junio, lo que introduce ciertas particularidades específicas en el proceso de valoración de los bienes hereditarios. A continuación, abordamos solo aquellas que afectan directamente a dicha valoración.
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Bienes transmitidos mediante pactos sucesorios
Los pactos de mejora y apartación, muy comunes en Galicia, permiten transmitir bienes en vida con efectos hereditarios. Al fallecer el causante, estos bienes ya no forman parte de la herencia, pero deben tenerse en cuenta para valorar el conjunto del reparto entre descendientes, especialmente si hay cláusulas de colación o legítima pendiente.
Esto implica que la valoración del bien en el momento del pacto debe constar documentalmente, para evitar disputas sobre si uno de los herederos ha recibido más de lo que le correspondía.
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Casas familiares y fincas con valor simbólico
En Galicia es frecuente encontrar herencias con propiedades como pazos, casas de labranza o fincas con fuerte carga emocional y valor identitario, especialmente en zonas rurales. Aunque su valor de mercado pueda ser bajo, el reparto debe atender también a su relevancia dentro del patrimonio familiar.
Esto exige valorar con especial cautela este tipo de bienes y, en su caso, permitir que uno de los herederos los conserve a cambio de una compensación económica adecuada.
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Mayor uso de la figura del contador-partidor testamentario
El testador gallego puede nombrar un contador-partidor en su testamento con plenas facultades para valorar y repartir los bienes. Este profesional puede actuar sin necesidad del acuerdo de todos los herederos, lo que facilita la valoración objetiva y evita bloqueos.
En el contexto gallego, el uso de esta figura es especialmente recomendable cuando hay varios hijos, fincas sin registrar o bienes de difícil división.
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Regularización de fincas no inmatriculadas
Otra realidad común en Galicia es la existencia de bienes inmuebles no inscritos en el Registro de la Propiedad o con descripciones incompletas. Antes de valorar y adjudicar estos bienes, es necesario iniciar un proceso de regularización catastral o registral, lo que añade complejidad y requiere profesionales que conozcan el entorno y la normativa local.
¿Cómo evitar conflictos entre herederos?
Tanto en Galicia como en el resto de España, los conflictos en herencias suelen surgir por una mala valoración de los bienes o por falta de transparencia. Estos son algunos consejos útiles:
- Haz un inventario detallado y consensuado, incluyendo todos los bienes, deudas y derechos.
- Solicita tasaciones profesionales si hay dudas o discrepancias.
- Designa un contador-partidor, ya sea en el testamento o tras el fallecimiento, para que dirija la partición.
- Si estás en Galicia, formaliza en vida pactos sucesorios claros y valorados, evitando conflictos posteriores.
- Consulta con un abogado experto en sucesiones, especialmente si la herencia incluye bienes no registrados, propiedades en Galicia o existió algún pacto anterior.
En conclusión, valorar correctamente los bienes de una herencia es una obligación legal, una necesidad fiscal y, sobre todo, una herramienta para garantizar un reparto justo y evitar conflictos familiares. En el Derecho común, los criterios técnicos y legales están bien definidos, y deben aplicarse con rigor. En Galicia, además, se deben tener en cuenta los efectos de los pactos sucesorios, la presencia de bienes con valor simbólico y la realidad registral de muchos inmuebles.
Tanto si eres heredero como si estás planificando tu sucesión, es fundamental contar con asesoramiento jurídico especializado, especialmente si la herencia se rige por el Derecho Civil gallego, para asegurar que la valoración sea completa, objetiva y aceptada por todos.